La ausencia de Rita Guerrero (aunque su voz siga tan viva y brillante) me confirma la medida del tiempo ahora en décadas.
Entre 2000 y 2010 ví a Santa Sabina más de quince veces en conciertos, solo una vez a Ensamble Galileo. Luego una década de remembranzas, homenajes, nostalgias, derroche de tinta... Para mí, los más acertados hasta hoy: el poemario "Nieve, agua" de Adriana Díaz Enciso y la recuperación de los demos "Adentro Mar" para el vinilo Mar adentro en la sangre.
De manera simultánea a la admiración por Rita hay un sentir entrañable por Manuel Mejía Armijo, Alex Otaola, Poncho Figueroa y Jacobo Lieberman, compañeros suyos en trayectos y andanzas.
También nos quedan la música, los vínculos, la apreciación del ritual, de la luz y la oscuridad.
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Fotografía 1: Jesús Villaseca (2003)
Fotografía 2: Víctor Camacho (Vive Latino, 2008)
Guardo tu pulso atrapado en un trazo.
Reunirán letras, páginas enteras que no te delineen con exactitud.
Recabarán testimonios que no alcancen a describir todo tu esplendor.
Te pintarán en cuadros sin atrapar tu figura ni tus sueños.
Pensarán que conocieron la esencia de tu alma sin navegar en ella.
Desconocerán la grandeza de tu canto en su mayor plenitud.
Intentarán suplirte con un micrófono vacío: causarán un silencio más profundo.
Podrán engrandecerte, podrán minimizarte, podrán incluso temer tu reaparición.
Llegarán años que borren los trazos, que conserven intacta tu voz.
"Nada detuvo tu voz. Era parte de ti y era invisible.
La voz rompe diques, anula límites, es materia y es a la vez milagro hecho de aire: el cuerpo no la contiene. Es la campana del alma, entonces, tocando a la liberación.
La voz sube -la atrae el cielo-. Estremece, besa, envuelve. Encarna en otras almas, otras cosas que no son de la tierra. Inventa lenguajes y transforma todas las palabras.
Virtud humana y don divino, transfigura, nos dice que no hay fronteras, que nada separa lo mortal de lo eterno, que toda frontera es ilusoria.
La voz es un árbol. Cada emoción que nace de ella es flor y fruto. Rita: nos diste el canto. Fuiste canto y te disolviste en canto para alcanzar la eternidad.
Nada puede detenerte ahora".
- Adriana Díaz Enciso
Rita Guerrero en el Zócalo, marzo de 2003.
Fotografía: Nasheli Baxin
Rita Guerrero
Fotografía: Fernando Aceves
Soundtrack con Rita
El día que conocí a Rita, la recuerdo tocando el Preludio y Fuga en Do Menor de Bach, como Teresa Polunder, su personaje en la obra América de Kafka. Salía recién de hacer La ópera de los tres centavos de Brecht en donde ella era Polly Peachum, composición de Kurt Weill que siempre la inspiró, junto con el cabaret de los 20s.
Rita se comunicaba a través de la música desde el lugar más universal y público, hasta el más íntimo y personal. Su papá trompetista, un hermano violinista… muchas notas desde siempre. La música le era familiar, formaba parte de su familia.
En Vox tanatos, la siguiente obra, su personaje era Berlín, una cantante, lugar que descubrió como una de las vocaciones que jamás abandonaría.
La llamaron la Nina Hagen mexicana, por la técnica más de belle canto aplicada al rock, pero ella no la había escuchado sino hasta después del mote. Fue algo que compartimos, el gusto por lo que hacía Nina combinando técnicas varias. También admirábamos a Yoko Ono y, por supuesto, a Diamanda Galas, con quien tenemos una foto que anda perdida por ahí. Chico Buarque también figuraba, Silvio Rodríguez, el disco de Ciudad de pobres corazones de Fito Páez.
Cuando decidimos hacer el grupo lo que más escuchábamos era King Crimson, también teníamos obsesión por el My life in the bush of ghosts de Robert Freep y David Byrne
Antes de ir a tocar al bar “9”, íbamos a mi casa a escuchar James Brown, Prince, Juan Gabriel, Tomas Dolby, Bauhaus, La fura dels Baus, Leibach, Klaus Nomi. Disfrutamos mucho Dead can dance, The shugar cubes, Sinead O’Connor. Muchas cosas que fueron haciendo nuestra vida con música.
Cuando la conocí, yo estaba en la escuela y compartíamos muchos vínculos. Era una escuela en donde la especialidad era precisamente la música antigua por lo que soñábamos en repetidas ocasiones con las locuras del príncipe Gesualdo; desde ese tiempo nos obsesionaban cosas como las cantigas de Alfonso X el sabio o el Stabat Mater de Pergolesi, Palestrina, Tomas Luis de Victoria, sentíamos atracción por Vivaldi porque era místico y veneciano. También, desde ese tiempo, surgió la curiosidad por los compositores mexicanos antiguos que más tarde retomó para interpretarlos.
Desde siempre Rita tenía una obsesión con la música de viejos tiempos.
Nunca disfrutó la ópera romántica. Su gusto era por lo antiguo, serio, parco, sin mucha peripecia, más místico. Para mi sorpresa, siempre fue más allá, al final de sus días ejecutaba con el coro de la Universidad de Claustro de sor Juana, Ensamble Galileo y El Jardín de las delicias piezas que provenían de una ardua investigación histórica, rescató algunos compositores del barroco mexicano, algunas piezas anónimas, montó obras con textos de sor Juana. Siempre en un viaje a través del tiempo y las latitudes.
Fue la música la que nos acercó al movimiento indígena de de liberación nacional con el EZLN y su base.
Me veo con ella viendo al "Proto" Zoé gritando como viles fans cuándo casi nadie los conocía
Cuentan que en el hospital en los momentos más difíciles de su lucha por la vida le pidieron que cantara y lo hizo, cantó "La llorona" para algunos amigos que, por la música, hizo en sus últimos momentos.
También recuerdo, a un año de su partida con Santa Cecilia, que nunca he estado en un funeral con tanta música.
Recordar a Rita es traer al momento música de todos los tiempos, cosas del pasado, de éste momento y las hechas por nosotros juntos, es asegurar que el teatro y la música pueden convivir y alimentarse mutuamente; es confirmar que la esencia de las personas perdura en el recuerdo en forma de colores cantos y poemas.
Un recuerdo de Rita Guerrero (Guadalajara, 24 de mayo 1964 - Ciudad de México, 11 de marzo 2011), cantante, actriz, conductora y activista social. Es recordada sobre todo como la voz principal y una de las letristas del grupo Santa Sabina, pero su labor artística comprende también la investigación sobre repertorio de la música barroca, virreinal y sefaradí en Ensamble Galileo y como directora del Coro Virreinal de la Universidad del Claustro de Sor Juana, que desde 2011 lleva su nombre.
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Fragmento del cortometraje AMAZONA protagonizado por Rita Guerrero y Darío T.Pie.
Centro de Capacitación Cinematográfica, 1991, México
35 mm. / Color / 27 min / Ficción
Dirección: Daniel Gruener
Productor: Marcela Arteaga
Fotografía: Rodrigo Prieto
Guión: Susana Wein, Daniel Gruener
Sonido: Juan Carlos Rulfo, Juan Carlos Prieto
Edición: Juan Carlos Martin
Compañía productora: upa, cnca
Reparto: Rita Guerrero (Flor), Dario T. Pie (Armando), Roberto Sosa (Perico), Alberto Rodriguez Estrella (Carita), Alfredo Escobar (Zapote), Alfonso Bravo (Robot), Tania Kuhn (Lupita), Marta Aura (Josefina), Fernando Rubio (Juventino).
Los ex integrantes de Santa Sabina se reúnen de nuevo, esta vez para un proyecto especial: musicalizarán en vivo la película NOSFERATU original de 1922, del director alemán Friedrich Wilhelm Murnau. La proyección de la obra musicalizada será el próximo domingo 25 de septiembre a las 18 horas en el Teatro de la Ciudad "Esperanza Iris", en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
Los boletos pueden adquirirse tanto en las taquillas del Teatro como en
el sistema Ticketmaster, y van de los 160 a los 520 pesos.
Alfonso Figueroa, Patricio Iglesias, Juan Sebastián Lach, Jacobo
Lieberman, Alejandro Otaola, Leonel Pérez y Aldo Max bajo el nombre "Los Sabinos" interpretarán las versiones instrumentales de algunos temas de Santa Sabina como Vampiro, Sueño de agua, Miedo, Nos queremos morir y Vacío, entre otras, adelantaron en conferencia de prensa, de acuerdo con la Agencia Notimex.
Presentación del libro de poesía "Nieve, Agua" de Adriana Díaz Enciso en la XV Feria Internacional del Libro en el Zócalo el sábado 17 de octubre de 2015 en el foro "Café Literiario Eraclio Zepeda". Contó con la participación de Manuel Mejía Armijo en el laúd. Este poemario (Mano Santa ediciones, 2015) está dedicado a Ana y Rita Guerrero.
Adriana Díaz Enciso ha publicado diez libros de poesía y narrativa. Algunos de sus títulos más recientes son "Odio" y "Ciudad doliente de Dios", inspirada en los poemas proféticos de William Blake. Ha colaborado para más de 30 periódicos y revistas en México y en el extranjero, incluyendo algunas de las principales publicaciones mexicanas como "Vuelta" y "La jornada". Su obra ha sido incluida en diversas antologías. Ha escrito libretos para teatro, ópera y televisión y es autora de las letras de varias canciones de la banda de rock Santa Sabina. Hasta enero de 2015 fue la Secretaria de la Blake Society y fue parte de la dirección del proyecto para convertir la casa de Blake en Felpham en un centro para creadores. Es también traductora, y da clases de traducción y literatura en el Instituto Cervantes de Londres. Actualmente trabaja en su quinta novela.
Rita Guerrero, mujer de voz honda, migrante en el tiempo. Su espíritu proveniente de Babel, habla de sentimientos diversos a través de un canto estremecedor, "luz líquida, fascinación de ciegos". Comprometida con el México de su tiempo, de la sabiduría de María Sabina a la causa indígena de los zapatistas; en busca de la belleza a través de la música, la escritura y la actuación. Flor de fuego, ola revuelta de miedo. Ser luminoso de sombras indescifrables, de símbolos, laberintos, espejos y humo ascendente en espiral. Voz enigmática que guía a la navegación mar adentro en la sangre. Te seguiremos recordando.
Un 22 de mayo de 2011, nacía este
blog en homenaje a la figura de Rita Guerrero, conmemorando el día de su
nacimiento, alimentado con su recuerdo y legado. Rita es más que una musa, su
halo de belleza dejó una estela luminosa que aún da frutos. Pinturas, poemas y
canciones surgen en su honor por un pequeño pero importante círculo de
creadores que se han visto influidos por la esencia de Rita.
Hace unos días se dio a conocer
el poemario “Nieve, agua” de Adriana Díaz Enciso, siempre hermanada con Rita.
Adriana le dedica la segunda parte de su poemario, como una catarsis por la
pérdida, una reconstrucción emocional que remite a aquel trágico 11 de marzo de
2011 que golpeó con su oleaje.
Es impactante recordar cómo el mundo se cimbró
aquel día. En México perdíamos a una luchadora social, una comunicadora innata,
una artista auténtica como lo demuestra su paso por las artes escénicas, el canto,
la investigación musical y la docencia. Un solo escrito no alcanzará a
sintetizar la trascendencia de Rita Guerrero, acaso el tiempo podrá demostrar
cómo esta mujer, migrante en el tiempo, deja una lluvia incisiva cada vez que
resuena su voz.
Hoy, que se conmemora el 51 aniversario de su
nacimiento, no cae en el olvido.
Recientemente con la realización del evento “Azul
casi morado. Celebrando a Santa Sabina”, Poncho Figueroa mencionaba
acertadamente que era necesario reivindicar la faceta de Rita Guerrero
como escritora. Las letras de canciones que legó Rita constituyen una dualidad:
además de su vena más conocida, es aquella que se hace necesario redimensionar
para valorar que además de una magnífica intérprete de rock y de música
virreinal, renacentista y sefaradí, meditó las palabras que conformaron muchas
de las canciones que compuso para el grupo en el que dejó gran parte de su
energía e intelecto, su proyecto más conocido.
Como parte del cuarto aniversario luctuoso de Rita Guerrero,
se repasa de manera general su aportación lírica a los cinco discos de estudio del grupo que
encabezó y del que formó el eje y alma indiscutible.
SANTA SABINA (1992)
No me alcanza el tiempo
Azul casi morado
Vacío
Siente la claridad
Qué te pasó
*Mírrota
Sueño de agua
Partido en tres
En el disco debut, Rita escribe la letra de siete de las doce canciones
con letra, además de dar el toque interpretativo para Mírrota. Las letras de las otras canciones fueron aportaciones de
Luis Figueroa (Gasto de saliva), Adriana Díaz Enciso (A la orilla del sol),
David Hevia (Chicles), Pablo Valero (Yo te ando buscando), además de un
texto de Jean Paul Sartre (Labios mojados).
No puedes dejar tu alma ahora flotando ahí
no puedes dejarla en una ola, piensa
aunque veas al infinito y creas que va a morir
mejor siente cómo el sol te envuelve
SÍMBOLOS (1994)
Miedo
Símbolos
Ajusco nevado
Vete leve (coautoría con Adriana Díaz Enciso)
Insomnio
Para el que muchos consideran el disco más oscuro y mejor logrado de
Santa Sabina, Rita escribió cuatro canciones y una más en co-autoría con Adriana
Díaz, quien a su vez aporta cuatro temas (Luz del mar, Vampiro, Despertar a los muertos y Alas negras). Además se recupera una canción de los inicios con letra de David Hevia (Nos queremos morir) y los otros son originales de Pablo
Valero (Estando aquí no estoy) y Omar Alain Rodrigo (Súbete otra vez).
Trato de entender la vida, pero hay algo que me impide continuar en este absurdo
miedo de tomar la vida, olvido que puede salvarme.
Vivir sin miedo a la angustia, vivir sin miedo a la locura
BABEL (1996)
Babel (coautoría con Alex Otaola)
Olvido
El único disco conceptual de Santa Sabina es compuesto en sus letras
casi enteramente por Adriana Díaz Enciso (nueve temas). Incluye también una de la autoría de
Jordi Soler (Los peces del viento) y un tema de transición con fragmentos de Baudelaire, Blake y Díaz
Enciso (Tuve un sueño) y otra transición instrumental (Ciudad). Sin embargo Rita aporta dos de las
canciones más memorables además de la línea melódica de voz para Agua y Epílogo, apertura y cierre de la narración que constituye esta
obra.
Veo una luz que rebasa mi muerte, siento el amor que me invita a ser fuerte
y desde la esperanza quiero mirar al otro lado de la noche
del árbol de la rabia quiero gritar al otro lado de la noche.
MAR ADENTRO EN LA SANGRE (2000)
Ojalá fuera tu voz
Esperar que
Solo el mar
Algo cambia (coautoría con Alex Otaola)
Domingo
*Dix
Rita firma cinco de los trece temas con letra, y realiza la interpretación estremecedora de Dix, basada en el horror que representa la obra pictórica del pintor dadaísta del mismo apellido. El disco con espíritu expresionista incluía dos poemas de Xavier Villaurrutia (Soledad y Canción), musicalizados por el grupo así como un cover de Silvio Rodríguez (Sueño con serpientes). Además se incluyen dos letras de Adriana Díaz (Agua fiera y Duerme amor), dos de Jordi Soler (Mar adentro en la sangre y Frente al espejo) y una de Alex Otaola (La daga).
Camino sin rumbo, te veo llegando a otro destino
solo el mar reflejo profundo.
No tiene sentido perderme en tu alma, si mar sólo en ti voy presa del miedo
No tiene sentido hundirme en tu alma, si mar sólo en ti sublimo este miedo
ESPIRAL (2003)
Incierto destino (coautoría con Adriana Díaz Enciso)
Noche
Laberintos
El cierre de ciclo con la formación más ecléctica se reflejó en un disco muy equilibrado, en el que se incluyen dos temas de Rita, tres de Adriana Díaz (Plegaria, Ecos de la piel e Invitación, basada en un texto de Baudelaire), uno que escribieron ambas en común y otro tema instrumental – vocal, que constituía en su génesis una reflexión sobre la muerte. Los otros tres temas son aportados por Poncho Figueroa (Humo canción), Alex Otaola (En llamas) y Leonel Pérez (Espiral), respectivamente miembros desde en el principio, intermedio y fin del camino de Santa Sabina, los tres presentes en el bautismo del grupo por María Apolonia en Huautla de Jiménez.
Me miras, sé que puede ser fatal
descender por ese abismo sin final
las preguntas son caída...
Como epílogo queda reflexionar que el legado lírico de Rita así como sus aportes a otras artes como la prosa y el teatro, aún pueden revalorarse y cobrar otra dimensión. La inspiración que ha forjado la imagen de Rita para otros artistas es un ejemplo vivo de grandeza. La obra por sí misma queda abierta en el tiempo.
El concierto "Azul caso morado. Celebrando a Santa Sabina" se realizará el viernes 27 de febrero de 2015 a las 20:30 horas en el Teatro de la Ciudad "Esperanza Iris".
La cita es primordialmente para los seguidores de Santa Sabina pero también para gente que aprecia la música mexicana de calidad. Aunque se ha calificado al grupo dentro del rock, su evolución trascendió y es un referente para músicos de muchos géneros.
A pesar de la ausencia de Rita Guerrero y Julio Díaz y en memoria de ellos, se llevará a cabo una reunión de los músicos que conformaron el grupo en sus distintas etapas, para mostrar al público sus proyectos actuales:
LOS JAIGÜEY de Poncho Figueroa
LOVE LA FEMME de Pablo Valero
EURÍDICE de Patricio Iglesias
LA SÚPER COCINA de Leonel Pérez
También se presentarán los dos tecladistas - pianistas de Santa Sabina: Jacobo Lieberman y Juan Sebastián Lach, así como Aldo Max, Julio Díaz Jr. y Belén Guerrero, cellista y sobrina de Rita.
Rueda de prensa, febrero 2015.
En rueda de prensa, Poncho Figueroa declaró que es un privilegio poder honrar a Rita Guerrero a través de sus canciones y reconocerla como la escritora que fue, serán leídos durante el recital algunos textos libres y letras de canciones que ella escribió. Asimismo su micrófono permanecerá abierto al centro del escenario como parte de un ritual a través de la música que pretende "la liberación de la sirena y el delfín", en referencia a Rita Guerrero y Julio Díaz.
Aquí un repaso fotográfico de algunas de las formaciones de Santa Sabina, que quedaron para la posteridad en una discografía de culto:
1989: Jacobo Lieberman, Rita Guerrero, Pablo Valero, Poncho Figueroa y Patricio Iglesias. Formación del disco debut de título homónimo y que incluye Azul casi morado.
1993: Rita Guerrero, Pablo Valero, Poncho Figueroa y Patricio Iglesias. Formación que junto con Juan Sebastián Lach grabó el disco Símbolos.
1996: Alex Otaola, Juan Sebastián Lach, Poncho Figueroa, Rita Guerrero y Patricio Iglesias. Formación de los discos Concierto acústico, Babel, MTV Unplugged y los antecedentes de Mar adentro en la sangre, en el cual se incorporó como baterista Julio Díaz.
2003: Rodrigo Garibay, Alex Otaola, Rita Guerrero, Leonel Pérez, Julio Díaz y Poncho Figueroa. Formación en la grabación de su segundo disco independiente Espiral
2009: Alex Otaola, Leonel Pérez, Rita Guerrero, Poncho Figueroa y Aldo Max. Formación de los últimos años del grupo con la que grabaron el disco XV aniversario En Vivo.
2015: Pablo Valero, Patricio Iglesias, Jacobo Lieberman, Juan Sebastián Lach y Poncho Figueroa
Al mediodía de
este 2 de diciembre, algunos miembros de la familia musical de Julio Díaz
(Poncho Figueroa, Alex Otaola, Leonel Pérez, Fratta) y su hijo confirmaron por
facebook el deceso del gran baterista mexicano y que es sobre todo recordado
por haber integrado Santa Sabina en su segunda etapa, tras dejar la
multinacional BMG. Sin embargo el trabajo de Julio fue prolífico ya que desde
muy joven (a los 13 años) formó el grupo “El que ríe al último” en su natal
Aguascalientes y ya afincado en el D.F. participó como baterista con Kenny y
los Eléctricos, Fratta, Benny Ibarra, Maldita Vecindad, entre otros.
Julio llegó a
Santa Sabina en 1998 con 22 años a ocupar una vacante en la batería que había
dejado Patricio Iglesias por problemas de salud y que, como comentó en algún
momento Rita Guerrero, además de un momento sumamente triste hizo que ella y
sus compañeros se replantearan en seguir. Sin embargo encontraron en la figura
de Julio (a quien conocían años atrás) la capacidad para reforzar la base
sólida y la magia del grupo se extendió unos años más.
Con
esta nueva formación, prepararon un videoclip del tema La daga. Santa Sabina llevó a escena un guión de Alberto Nulman y
Ana Luisa Montes de Oca, que recuperaba temas, pasajes y personajes del cine
expresionista como “El perro andaluz”, “La caja de Pandora” y “El gabinete del
Doctor Caligari” con distintos escenarios, el del cuarto de hotel para
representar la conciencia, los recuerdos, las culpas y en un bar para mostrar
el inconsciente, la feria de las vanidades.
Los
personajes que representaron los músicos fueron los siguientes:
Rita Guerrero: LULU: La protagonista. Como Lulú de La
caja de Pandora, parece incapaz de evitar que se desencadenen acontecimientos
sombríos. A diferencia de ella, lo intenta.
Alex Otaola: EL FOTOGRAFO: El que revela lo oculto,
pero no puede hacer nada contra el destino. Alva de La Caja de Pandora.
Julio Díaz: EL CANTINERO CESARE: El hombre sin
voluntad, el sojuzgado, el muerto en vida que recobra la voluntad por amor.
Cesare del Gabinete del doctor Caligari.
Poncho Figueroa: PORDIOSERO: El destino, el que sabe lo
que va a pasar. y EL DUEÑO: El poder. La fuerza. La pasión. Shoen de La caja de
Pandora, y Caligari.
Juan Sebastián Lach: JACK: Lo inevitable y la pasión
incontrolable. Jack el destripador de La caja de Pandora.
El conjunto de músicos: el verdadero grupo, “la
música”. La compresión por encima de las relaciones superficiales.
Con la
incorporación de Julio Díaz a Santa Sabina se compusieron la mitad de los temas
que conforman Mar adentro en la sangre,
editado de forma independiente en el año 2000 y el último disco en estudio, Espiral, de 2003. Además de las
respectivas giras, comparte con sus compañeros momentos relevantes como el
bautizo del grupo en Huautla de Jiménez (Oaxaca) por María Apolonia (hija de
María Sabina), el concierto de XV aniversario en 2004 en el Teatro Metropólitan
que se editó un año después para cerrar la discografía del grupo. Asimismo continuó como el baterista principal en conciertos
puntuales de la última faceta destacando el “Vive Latino” de 2008, las presentaciones del grupo en 2009 (Guadalajara, Tijuana, Hermosillo) y el
homenaje “Rita en el corazón” en diciembre de 2010 que reunió a todos los
músicos que integraron alguna de las etapas de Santa Sabina.
Julio Díaz
siguió su carrera en la música y en 2010 se editó su disco solista “Díaz de
Julio” en el que colaboraron amigos, destacando Sax de Maldita Vecindad.
Personalmente
lo recordaré desde el primer concierto de Santa Sabina del que fui partícipe,
presentando Mar adentro en la sangre
en el Teatro Metropólitan, también en la Planta de Luz de Plaza Loreto con un
Palomazo que hizo a la guitarra en el cover de Dizzie Gillespie (“Birk’s works”,
que cerraba el disco Unplugged) y sobre
todo en una imagen muy alegre con unas copas encima después de un concierto en
el del Museo de la Ciudad de México, cantando y bailando “¿Qué le pasa a
Lupita?” frente a una pintura de la virgen de Guadalupe, tras bambalinas.
Se va un hombre
de pocas palabras y buen humor que percutió duro y dejó un legado interesante,
que seguramente continuará su hijo, baterista también y con el mismo nombre de
pila. “La música es mi cobija, sin la música tendría frío”, declaraba Julio Díaz
en entrevista para “Biopolítica” a principios de este 2014. Descanse en paz.
Entre lo natural y lo inaudito la perfección está en su sitio
(Fangoria)
A veces no ocurre la coincidencia de que diversas figuras que te son admirables crucen sus caminos artísticos, lo cual no quiere decir que se ignoren entre sí, puede incluso que se admiren mutuamente.
Recuerdo hace años, en un programa "Acústico" de canal 22 a Rita Guerrero como conductora presentando el disco "Mexican divas 3" (Opcion sónica, 2001) en cuya compilación se incluye el tema Electricistas de Fangoria y Rita sonreía junto a la cantante entrevistada en turno (no recuerdo quién era) cuando aludían a Ni tú ni nadie de Alaska y Dinarama en plan ochentero. Era el tiempo en que Fangoria en México era casi underground pero seguía siendo reconocida la imagen de su cantante, Olvido Gara, mejor conocida como Alaska, la figura más importante de la música española desde la apertura post-franquista, conocida por algunos como "La Movida" cuyo alcance había sido muy distinto de su mercadotecnia posterior: un movimiento artístico que entre otras expresiones incluía música, pintura, cómic, performance y cine, cuyas cabezas más reconocidas y visibles dentro y fuera de España han sido Pedro Almodóvar y Alaska, ésta última nacida en 1963 en la ciudad de México.
En contraparte, el 23 de mayo de 2014 (curiosamente un día después de que Rita habría cumplido 50 años), Alaska dentro de su programa de radio por internet o podcast titulado "Vidas ejemplares", en emisión dedicada a la diosa griega Perséfone, remite a Santa Sabina como "un grupo mexicano indefinible", la música llega a colación porque entre otros temas, se aborda a los psicotrópicos y eso la trae a hablar sobre María Sabina y por añadidura a Santa Sabina de quienes comparte Azul casi morado, su canción emblema... Más o menos a partir del minuto 55:20.
Un programa muy interesante donde además intercala su narración (siempre documentada, como la buena conocedora, comunicadora e historiadora que es Alaska) con música de intérpretes variopintos, destacando esta vez Luis Alberto Spinetta, James Brown o Dead Can Dance.
LINK AL PODCAST "Vidas ejemplares 53" dedicado a Perséfone:
Habría sido interesantísimo que Rita y Olvido cruzaran sus caminos por ser además de contemporáneas, mujeres visionarias, figuras imponentes y legendarias (en vida), con un halo de divinidad para sus seguidores, entre otras afinidades como el gusto por la literatura de terror evidente en canciones de ambas, con ciertos referentes comunes (Rimbaud, Bram Stoker y las figuras de vampiresas) con inclinación hacia la filosofía de lo sacro, lo metafísico y esotérico y una actitud de inquietud y renovación permanente.
Curiosidades de la vida, curiosidades para compartir en este blog por admiración a ambas cantantes cultas y de culto entre esa "música indefinible" cantada en español.
María Sabina Magdalena García
nació en Río Santiago, Huautla de Jiménez (Oaxaca) el 22 de julio de 1894, hace
120 años. Falleció en la ciudad de Oaxaca el 23 de noviembre de 1985. “Fue
sepultada con siete semillas de calabaza; siete especies de botoncitos; un
vaso, una taza, un plato; agua y comida para la sed y el hambre. En el preciso
momento en que la enterraban, se mató a un gallo para que le indicara el camino
de la eternidad y se encendió un copal para anunciar al Reino de los Cielos que
un ser importante llamaría pronto a las puertas de la inmortalidad” dice sobre
su deceso Benigno Horna de la Cruz, antropólogo panameño.
La vida de María Sabina fue dura,
ya que asumir la sabiduría en un lugar marginado no fue tarea fácil. De sus
abuelos, agricultores y criadores del gusano de seda, aprendió algo de la
medicina tradicional, pero fue ella misma quien penetró en el mundo del
teonanácatl, “los niños” sagrados, la carne de Dios. Su
involucramiento con la curación y la sanación a través de los ritos chamánicos
le valieron una fama internacional que de algún modo se hizo insostenible para
Huautla de Jiménez, lugar que vio llegar hordas de visitantes sobre todo en los
años 60 y 70 con la fiebre de los hippies.
A pesar del conocimiento de la
medicina ancestral y milenaria, María Sabina vivió y murió en las condiciones
más precarias, ya que estaba convencida de que “el chamán no puede cobrar por
sanar porque no se debe comerciar con el don ni con las cosas santas”, además,
fue víctima de abusos por parte de algunos conocidos y familiares que llegaron
a quedarse con los pagos y donaciones que en agradecimiento le dejaban aquellos
a quienes curó de males que ni la medicina alópata logró remediar. Para ahondar
en experiencias de su vida, es muy recomendable la obra testimonial “La otra
vida de María Sabina” escrita por su ahijado y traductor Juan García Carrera. En la
actualidad María Apolonia (María Macedonia Martínez), hija viva de Sabina, de
edad avanzada, es quien ha continuado la tradición chamánica por herencia en
esa zona indígena mazateca.
En el rock mexicano el mejor homenaje
a María Sabina lo realizó Santa Sabina, que toma su nombre e inspiración en la
sacerdotisa de los hongos, agrupación liderada por Rita Guerrero, quienes entre
1988 y 2005 dejaron un legado de ocho discos con una creatividad sin
precedentes plena de belleza, respeto a lo sagrado y con un alto compromiso
social a través de la música. “Humo canción”, último tema de su último disco en
estudio “Espiral” (Antídoto, 2003) con letra de Alfonso Figueroa, sirvió para
cerrar un ciclo, tema dedicado a María Sabina y a María Apolonia, quien dos
años antes realizó un bautizo colectivo en Huautla de Jiménez para la
agrupación entonces conformada por Rita
Guerrero, Alfonso Figueroa, Alex Otaola, Julio Díaz y Leonel Pérez.