Recientemente con la realización del evento “Azul
casi morado. Celebrando a Santa Sabina”, Poncho Figueroa mencionaba
acertadamente que era necesario reivindicar la faceta de Rita Guerrero
como escritora. Las letras de canciones que legó Rita constituyen una dualidad:
además de su vena más conocida, es aquella que se hace necesario redimensionar
para valorar que además de una magnífica intérprete de rock y de música
virreinal, renacentista y sefaradí, meditó las palabras que conformaron muchas
de las canciones que compuso para el grupo en el que dejó gran parte de su
energía e intelecto, su proyecto más conocido.
Como parte del cuarto aniversario luctuoso de Rita Guerrero,
se repasa de manera general su aportación lírica a los cinco discos de estudio del grupo que
encabezó y del que formó el eje y alma indiscutible.
SANTA SABINA (1992)
No me alcanza el tiempo
Azul casi morado
Vacío
Siente la claridad
Qué te pasó
*Mírrota
Sueño de agua
Partido en tres
En el disco debut, Rita escribe la letra de siete de las doce canciones
con letra, además de dar el toque interpretativo para Mírrota. Las letras de las otras canciones fueron aportaciones de
Luis Figueroa (Gasto de saliva), Adriana Díaz Enciso (A la orilla del sol),
David Hevia (Chicles), Pablo Valero (Yo te ando buscando), además de un
texto de Jean Paul Sartre (Labios mojados).
No puedes dejar tu alma ahora flotando ahí
no puedes dejarla en una ola, piensa
aunque veas al infinito y creas que va a morir
mejor siente cómo el sol te envuelve
SÍMBOLOS (1994)
Miedo
Símbolos
Ajusco nevado
Vete leve (coautoría con Adriana Díaz Enciso)
Insomnio
Para el que muchos consideran el disco más oscuro y mejor logrado de
Santa Sabina, Rita escribió cuatro canciones y una más en co-autoría con Adriana
Díaz, quien a su vez aporta cuatro temas (Luz del mar, Vampiro, Despertar a los muertos y Alas negras). Además se recupera una canción de los inicios con letra de David Hevia (Nos queremos morir) y los otros son originales de Pablo
Valero (Estando aquí no estoy) y Omar Alain Rodrigo (Súbete otra vez).
Trato de entender la vida, pero hay algo que me impide continuar en este absurdo
miedo de tomar la vida, olvido que puede salvarme.
Vivir sin miedo a la angustia, vivir sin miedo a la locura
BABEL (1996)
Babel (coautoría con Alex Otaola)
Olvido
El único disco conceptual de Santa Sabina es compuesto en sus letras
casi enteramente por Adriana Díaz Enciso (nueve temas). Incluye también una de la autoría de
Jordi Soler (Los peces del viento) y un tema de transición con fragmentos de Baudelaire, Blake y Díaz
Enciso (Tuve un sueño) y otra transición instrumental (Ciudad). Sin embargo Rita aporta dos de las
canciones más memorables además de la línea melódica de voz para Agua y Epílogo, apertura y cierre de la narración que constituye esta
obra.
Veo una luz que rebasa mi muerte, siento el amor que me invita a ser fuerte
y desde la esperanza quiero mirar al otro lado de la noche
del árbol de la rabia quiero gritar al otro lado de la noche.
MAR ADENTRO EN LA SANGRE (2000)
Ojalá fuera tu voz
Esperar que
Solo el mar
Algo cambia (coautoría con Alex Otaola)
Domingo
*Dix
Rita firma cinco de los trece temas con letra, y realiza la interpretación estremecedora de Dix, basada en el horror que representa la obra pictórica del pintor dadaísta del mismo apellido. El disco con espíritu expresionista incluía dos poemas de Xavier Villaurrutia (Soledad y Canción), musicalizados por el grupo así como un cover de Silvio Rodríguez (Sueño con serpientes). Además se incluyen dos letras de Adriana Díaz (Agua fiera y Duerme amor), dos de Jordi Soler (Mar adentro en la sangre y Frente al espejo) y una de Alex Otaola (La daga).
Camino sin rumbo, te veo llegando a otro destino
solo el mar reflejo profundo.
No tiene sentido perderme en tu alma, si mar sólo en ti voy presa del miedo
No tiene sentido hundirme en tu alma, si mar sólo en ti sublimo este miedo
ESPIRAL (2003)
Incierto destino (coautoría con Adriana Díaz Enciso)
Noche
Laberintos
El cierre de ciclo con la formación más ecléctica se reflejó en un disco muy equilibrado, en el que se incluyen dos temas de Rita, tres de Adriana Díaz (Plegaria, Ecos de la piel e Invitación, basada en un texto de Baudelaire), uno que escribieron ambas en común y otro tema instrumental – vocal, que constituía en su génesis una reflexión sobre la muerte. Los otros tres temas son aportados por Poncho Figueroa (Humo canción), Alex Otaola (En llamas) y Leonel Pérez (Espiral), respectivamente miembros desde en el principio, intermedio y fin del camino de Santa Sabina, los tres presentes en el bautismo del grupo por María Apolonia en Huautla de Jiménez.
Me miras, sé que puede ser fatal
descender por ese abismo sin final
las preguntas son caída...
Como epílogo queda reflexionar que el legado lírico de Rita así como sus aportes a otras artes como la prosa y el teatro, aún pueden revalorarse y cobrar otra dimensión. La inspiración que ha forjado la imagen de Rita para otros artistas es un ejemplo vivo de grandeza. La obra por sí misma queda abierta en el tiempo.