El 2 de febrero de 2014 se conmemoran 25 años del primer
concierto de Santa Sabina, acontecido en 1989 en el desaparecido Salón de los
Aztecas en el D.F. con su primera formación: Rita Guerrero (voz), Alfonso
Figueroa (bajo), Jacobo Lieberman (teclados), Patricio Iglesias (batería) y
Pablo Valero (guitarra).
A propósito de la conmemoración y en espera de leer alguna
noticia al respecto, por mi parte transcribo la reseña aparecida sobre el
primer disco del grupo, en el libro “Mujeres y música. 144 discos más que
avalan esta relación” del diseñador y periodista catalán Toni Castarnado (66RPM
edicions, España, 2013).
SANTA SABINA
1992 BMG
ROCK
Es una regla escrita. Cuanto más te desmarcas del resto, más
posibilidades tienes de destacar. También puede pasar al contrario, que te
ignoren y no pasar de la anécdota. Pero nunca dejarás a nadie indiferente,
generarás una opinión, ya sea positiva o negativa, y quien más y quien menos te
escuchará y querrá saber de ti. Santa Sabina provocó eso en México, en su país
natal, fue un grupo que escapaba de normas y que en cambio, asociabas a muchas
cosas. Con Rita Guerrero como mayor exponente, Santa Sabina estaban a medio
camino entre lo gótico, el progresivo y el rock alternativo, con la inclusión
en algunos pasajes de sonidos arábigos o hindús. Su imagen jugaba al despiste,
oculto y misterioso, ella despertaba pasiones por su enorme personalidad, la de
una mujer luchadora e inconformista. Su voz poderosa y pasional, en ocasiones
parecía una cantante de ópera, era el instrumento de más fuerza en la banda y
poseía fuertes dotes interpretativas, siendo muy teatral en escena. Le daba un
valor añadido a una representación en la cual convivían la mística, la
espiritualidad y las imágenes religiosas, más un decorado con velas y flores.
Además, Rita Guerrero estuvo involucrada con otros aspectos de la cultura y la
sociedad mexicana, como el movimiento zapatista –hicieron conciertos en la zona
de Chiapas durante el conflicto que hubo allí-. El nombre del grupo hacía
referencia a María Sabina, conocida curandera que usaba los hongos como
medicina curativa. Y si Kenny & Los Eléctricos en la década de los ochenta,
con su cantante en cabeza, se erigió como mujer precursora dentro del rock en
México, Santa Sabina nacen de la experiencia de Los Psicotrópicos, banda de la
que salen los compañeros de Rita Guerrero, con el jazz como punto de partida.
En los noventa, ante el auge de los músicos mexicanos que
hacen rock cantado en castellano –destacaban también Tijuana No! Con Julieta
Venegas-, la multinacional BMG crea un sello alternativo para dar cabida a
grupos con ese talante y filosofía. Santa Sabina es una de las primeras
formaciones que estampan su forma con Culebra Records. La inclusión de la
canción “Mil y una noches” en la banda sonora de Ciudad de Ciegos les ayudan a que se abrieran esas puertas. Así
llega su homónimo disco de debut, con una portada preciosa cargada de
simbolismo y cortes como “No me alcanza el tiempo”, “Vacío”, “Yo te ando
buscando” o “Azul casi morado”, su composición más famosa.
El disco cosecha
grandes críticas y agita la escena del rock independiente en el país azteca. Adrian
Belew de King Crimson les propone producir su siguiente disco. Símbolos (94) lo graban en Estados
Unidos, es otro disco con multitud de elementos diferentes, gran cantidad de
detalles, otra obra mayúscula. El grupo coge tal envergadura que en 1997 graba
un MTV Unplugged –antes habían
publicado Babel (96)-, una actuación
espléndida, desnuda pero rica, con instrumentos de cuerda, pianos y Rita
Guerrero, sobria y en estado de gracia, en plenitud de facultades. Temas como “Rosas
del tiempo” (sic)* y “Babel” alcanzan en estas versiones acústicas otra
dimensión. Tras ese momento tan álgido, es sorprendente que BMG les rescinda el
contrato. Después publican dos discos más, Mar
adentro en la sangre (00) y Espiral
(03). En dos mil cuatro deciden poner un punto y final a su trayectoria con un
concierto de despedida en el Teatro Metropólitan en Ciudad de México. Tras ese compás
de espera, pues volverían para una gira en 2008 junto a otras formaciones como
Maldita Vecindad y La Lupita, cada uno de ellos se involucra en otros proyectos
–Rita dirige el coro de un Claustro-. En 2011 fallece la carismática cantante,
un cáncer de mama se la lleva por delante. Tenía 46 años.
*NOTA: Quizá se refiera al tema “Los peces del viento”.
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